En un abrir y cerrar de ojos, la poesía colombiana ha pasado del fondo al primer plano, de la periferia al cenro de la lengua española. Siempre ha habiado notables poetas en Colombia, pero nunca antes, una poesía tan abundante, diversa e innovadora como hoy. Parte sustancial de este desarrollo es la obra de la nueva generación poética de la que es un digno representante Jorge Valbuena. Con Árbol de navío, él nos entrega una obra madura, dotada de un imaginari propio y una dicción inconfundible, bien pensada y bien hecha. Abunda aquí esa singular sabiduría que solo pueden darnos los verdaderos poetas, desde arriesgar que "ayer puede ser solo un árbol que retoña" hasta reconocer que "[P]esa el fin no el tiempo". Y también aquí la imagen hace de las suyas, como herramienta poética mayor, y "[u]n hombre camina bajo el sol de sus pensamiento". Saludo con mi pañuelo rojo este nuevo libro de Valbuena que toma rumbo mientras el viento asevera "y la palabra mar golpea nuestras orillas".

Víctor Rodríguez Núñez